Recomendaciones para políticas públicas enfocadas en lectura digital

La lectura digital tiene un gran potencial inclusivo. No solo porque permite llegar a habitantes de territorios alejados de bibliotecas públicas o librerías, sino también porque, de forma gratuita, amplía las posibilidades de acceso a la lectura. Estas nuevas formas de leer establecen caminos alternativos a los que tradicionalmente se han utilizado en el vínculo de las personas con distintos tipos de textos, abriendo posibilidades para quienes no se ven beneficiados con la lectura de libros impresos o de las interacciones que se derivan de esta en distintos contextos. De esta forma, la lectura digital viene a complementar el acceso a la lectura en general. Por su especificidad, además, creemos que debe entenderse como un acceso valioso en sí mismo, distinto del acceso que brindan otros espacios de lectura.

Como equipo hemos tenido la oportunidad de investigar los funcionamientos de las plataformas y la experiencia general que los usuarios tienen en torno a ellas. A partir de la investigación realizada hemos generado una serie de recomendaciones que nos parecen pueden ayudar a pensar un espacio futuro para estas entidades en el contexto de una sociedad cada vez más vinculada a lo digital. Estas recomendaciones apuntan a mejorar aquello que ya está siendo implementado, enfatizando el potencial inclusivo de la lectura digital. 

Hemos decidido presentar nuestras recomendaciones en dos planos. En un primer plano, se trata de recomendaciones de índole transversal, que nos parecen pueden ser trabajadas inter-institucionalmente. En un segundo plano, planteamos recomendaciones para cada plataforma de manera individual. Si bien sabemos que el poder avanzar en estas recomendaciones depende de muchos factores, y que no es posible impulsar todas simultáneamente, nos parece importante compartir una serie de medidas que, en su conjunto, buscan desarrollar plenamente el carácter inclusivo de la lectura digital.

  1. Recomendaciones transversales para políticas públicas con foco en lectura digital:
  • Articular las políticas públicas de lectura digital con:

a) iniciativas vinculadas a dotar de mayor conectividad a zonas vulnerables y rurales;

b) iniciativas de alfabetización digital;

c) con iniciativas para facilitar el acceso a dispositivos de lectura digital o bien disminuyendo costos de acceso derivados de la descarga de contenidos digitales.

  • Aumentar el presupuesto para realizar difusión de las plataformas públicas de lectura digital poniendo el foco en atraer usuarios menos familiarizados con la lectura en general, aprovechando espacios de espera y tránsito, con una mirada descentralizada.
  • Velar por el diseño de soluciones técnicas en las plataformas que permitan una mayor participación e interacción de los usuarios y que garanticen una relación justa entre Estado, proveedor de plataforma y proveedores de contenidos digitales (editoriales y distribuidoras de libros digitales).
  • Facilitar la descarga de contenido digital que pueda ser leído sin conexión.
  • Diversificar los formatos de descarga de contenidos digitales, pensando en las necesidades y prácticas de distintos tipos de usuario, considerando distintos dispositivos de acceso.
  • Integrar en las políticas de desarrollo de colección de instituciones públicas una articulación entre los procesos de selección, compra y seguimiento de libros digitales y su relación con colecciones impresas públicas disponibles y los efectos de estas compras en el mercado editorial local.
  • Vincular de manera más explícita las distintas plataformas de lectura digital entre ellas, así como sus contenidos, y también con otras plataformas de contenidos digitales culturales y patrimoniales (nacionales y latinoamericanas) de tal forma de facilitar que los usuarios puedan percibir la existencia de un ecosistema público de contenidos culturales digitales a su disposición.
  • Utilizar los datos sobre lectura que generan las distintas plataformas como un insumo para definir políticas de  y realizar estudios acerca del comportamiento de los lectores digitales. Hacer públicas las bases de datos sobre el comportamiento lector de los usuarios, protegiendo su privacidad, puede contribuir enormemente al conocimiento acerca de la lectura digital en Chile y ayudar a tomar decisiones informadas acerca del tipo desarrollos e inversiones necesarios.
  • Fortalecer las plataformas en términos interculturales: esto pasa por proponer distintas lenguas habladas en Chile como vehículo de navegación de las plataformas, y también por incorporar contenidos digitales que utilicen esas lenguas también.
  • Fortalecer y desarrollar la dimensión comunitaria y social de la lectura, ya sea mediante el diseño técnico de modos de interacción entre usuarios y personalización de sus perfiles, o bien mediante actividades de mediación que emulen el desarrollo comunitario usual en bibliotecas físicas a través de talleres, cursos, clubes de lectura.
  1. Recomendaciones específicas para las distintas plataformas de lectura digital analizadas

MEMORIA CHILENA

  • Ampliar la labor patrimonial en términos de accesibilidad, entregando, además de un archivo que reproduzca de manera lo más fiel posible al original, versiones más livianas para descargas.
  • Habilitar funcionalidades de lectura digital que permitan personalizar la experiencia de lectura: tamaño de letra, color de fondo de pantalla, lectura
  • Explorar nuevas formas de visibilizar las relaciones entre minisitios y objetos digitales
  • Destinar un presupuesto específico para el desarrollo de nuevas funcionalidades y diseños de la plataforma, que incluyan el desarrollo de aplicaciones que faciliten la lectura a través de teléfonos móviles y tablets..
  • Dar más cabida a la dimensión sonora como medio de acceso al patrimonio, ya sea habilitando funcionalidades que permitan la reproducción sonora de texto, desarrollando descripciones orales del material visual, o bien mejorando la información de catalogación los objetos digitales sonoros.

BIBLIOTECA PÚBLICA DIGITAL

  • Evitar la dependencia con respecto a un único proveedor de contenidos digitales.En la medida en que la BPD en muchos casos compra contenidos digitales al mismo desarrollador de la plataforma, que muchas veces tiene la exclusividad de derechos de venta sobre los mismos, existe cierto riesgo de un monopolio en el mercado del libro digital, al menos en la esfera pública.
  • Evitar que se produzca una diferencia en las funcionalidades de lectura asociadas a contenidos digitales cuando este no es comprado a través del sistema de compra de la empresa proveedora de la plataforma.
  • Fortalecer el trabajo de catalogación de la colección, que en muchos casos contiene información precargada en inglés y presenta varias inconsistencias. En este sentido, se recomienda fortalecer el equipo con bibliotecarios que ayuden en esta sistematización y que se incorporen metadatos de relevancia para los usuarios.  
  • Fortalecer el trabajo de difusión y mediación de la plataforma a través de espacios físicos, así como la colaboración con bibliotecas municipales y regionales.
  • Ampliar acceso para acceder a contenidos digitales desde dispositivos de tinta electrónica.
  • Hacer una revisión acerca de la pertinencia de ciertos títulos disponibles en la colección, de acuerdo a los criterios de conformación de colección de la institución, que parecen lejanos culturalmente y que probablemente fueron parte de una carga inicial de libros digitales.

BIBLIOTECA DIGITAL ESCOLAR

  • Evitar la dependencia con respecto a un único proveedor de contenidos digitales. En la medida en que la BDE en muchos casos compra contenidos digitales al mismo desarrollador de la plataforma, que muchas veces tiene la exclusividad de derechos de venta sobre los mismos, existe cierto riesgo de un monopolio en el mercado del libro digital, al menos en la esfera pública.
  • Fortalecer políticas de difusión de la plataforma para aumentar el número de usuarios, trabajando estrechamente con los equipos de las bibliotecas escolares CRA, equipos directivos, docentes y familias de los establecimientos.
  • Desarrollar perfiles más diferenciados según el tipo de de usuario, otorgándole al encargado y coordinador CRA así como al docente acceso a información más específica acerca del comportamiento lector de los estudiantes individualmente y como clase, nivel, etc. Esto beneficiaría la planificación de actividades de mediación y complementaría la información de préstamos que tradicionalmente lleva la biblioteca escolar.
  • Desarrollar una política de desarrollo de colección que articule colecciones de libros impresos y digitales, tomando especial cuidado en hacer seguimiento acerca de cómo son utilizadas las colecciones para así justificar de mejor forma los presupuestos destinados tanto a libros impresos como a los digitales (que implican también un costo en términos de mantención y desarrollo de la plataforma).

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